Como una bofetada

En el último texto dije que había decidido volver al blog mientras veía las pelis de Bridget Jones y me sentía patéticamente identificada con ella. Pues bueno, es cierto, pero también hubo otro motivo, algo que ocurrió justo dos días después y me forzó a volver aquí. Os cuento.

Hace unos días han sido fiestas de un pueblo que esta aquí al lado. Todos los años se organiza un día para los jóvenes, que empieza con una comida y... hasta que el cuerpo aguante. O hasta que tu madre te llame preguntando donde te metes a las 10 de la mañana del día siguiente. Total, que va todo el mundo con sus amigos, y lo de la comida es básicamente una excusa para empezar a beber desde la mañana y pasarte el día como una cuba.

Hasta hay bien, el único pero es que sobre estas fechas hace un calor que te mueres, y claro todo el mundo va super fresquito, mejor dicho, todo el mundo menos yo, que tengo que esconder estas horribles patorras que he heredado. Fue llegar y me dio un terrible bajón, estaba todo lleno de chicas con cuerpos lindísimos, con shorts que dejaban ver hasta las ingles y con una camisetita que hacia ver esas tripitas tan planas que parece que se las planchan su medre. Y yo con mis mayas negras escondiendo hasta el último centímetro de mi piel y una camiseta de manga corta. ¿Quien se iba a fijar en mi así?

Conocéis la sensación de salir de casa sintiéndote guapa y de repente llegar a un lugar y sentirte como el patito feo de una película donde las barbies que salen en ella te abofetean en la cara con su supermelena de oro? y todo esto en cámara lenta! y con música de fondo!

Pues así me sentí yo en cuanto llegue a aquel lugar, desencajada. Y así fue que decidí que esto no podía seguir así y que tenía que espabilarme, o que acabaría como Bridget, pero sin Colin Firth.

Día: 4 de Agosto.

Peso: alrededor de 62 kilos! Hoy tampoco me he pesado

Comida: cafe con leche + ensalada + macarrones (poquitos) + cafe con leche + ensalada + pimientos!!